martes, 23 de junio de 2015

¿Quieres ser hermoso (a)? -SUBYUGA LA CARNE

En esta vida que recorremos día a día, el mundo nos exige vernos bien, ser hermosos (as) ante los ojos de las personas, y lucir siempre regios, siempre las mejores galas, los mejores zapatos, nuestras manos bien arregladas, siempre con joyas bonitas o bien elaboradas, vernos delgados, oler bien, en pocas palabras, una apariencia intachable y esto es bueno, bonito y agradable.

Todo lo mencionado anteriormente es lo que se ve, es lo superficial, es lo que los demás perciben cuando nos ven.
Pero no es lo que la Biblia nos enseña, ni lo que Jesús espera de nosotros como hijos suyos.

Hoy vamos a  estudiar del Vestido que no se mira, pues es espiritual, pero que llevamos puesto y hay que trabajar para que luzca perfecto. Como lo describe la Palabra, blanco y resplandeciente, y para eso debemos subyugar la carne y vivir más por el Espíritu.

Gálatas 5:16-21 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Toda esta lista de la carne, arruina nuestro vestido espiritual y por lo tanto dejamos de ser hermosos (as), porque cuando nos salimos de los lineamientos de su Palabra, quedamos sin vestidura espiritual y venimos a harapos.
Dejamos de tener esa vestidura de rey o reina y nos convertimos en desposeídos.
·         Decidamos hoy ser conscientes de estar siempre bien vestidos, siempre de gala, con vestiduras que lleguen hasta el suelo, zapatos bien puestos, que es el evangelio del apresto de la paz, que significa siempre bien parados en su Palabra, las manos bien limpias, que son las buenas obras, con buenas joyas, que el Señor nos va adornando conforme nuestras acciones y trabajos bien elaborados, con excelencia para el Rey, y el perfume es su presencia, que los demás perciban que usted es un sellado con su Santo Espíritu, para ser sal de la tierra, de esa tierra prometida a usted y a los que usted vaya hablándoles de esa gran viña que Él preparo para los que le aman.
Mientras elaboraba este mensaje El Señor ponía en mí: En Gálatas 5:20 (pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones).
Vamos a desglosarlos, porque son cosas comunes, que hacemos a menudo y creemos que no tienen trascendencia, pero sí la tienen y repercuten en nuestra vida cotidiana en gran manera:
Pleito: Es una riña doméstica o privada, ¿porque una riña doméstica? Por ser practicada a menudo en nuestros hogares, con nuestros empleados, hijos o cónyuges.
Celos: Es la sospecha que la persona amada siente amor por otra, o prefiere a una tercera persona en lugar de ella.
Muchas personas aún cristianas viven en rivalidad con sus suegros, con su cónyuge, o con los hermanos de la congregación, disputándose lugares o pensando mal de otro, y muchas veces al otro ni se le ha cruzado por su mente tal acción.
Ira: Deseo de venganza. Devolver mal por mal, me las hizo, me las paga, observamos personas que nos hacen mala cara sin razón, es porque en sus corazones hay ira escondida y deseo de venganza y esto se vuelve amargura.
Contienda: Discusión o debate. Muchas veces caemos en discusiones que no terminan en nada, queriendo imponer nuestro propio criterio o ser sabios en nuestra propia opinión.
A veces nos enredamos en debates que no conducen a nada edificante.  
Disensión: Desacuerdo, disgusto, malentendido.

A menudo practicamos la disensión, estamos en desacuerdo con el pastor, líder, presidente, o con nuestro propio cónyuge Y creemos que estamos bien y estamos practicando estas cosas que la Palabra nos prohíbe, y a veces creemos que son insignificantes, pues hoy hemos descubierto que no.
Porque miremos lo que dice Gálatas 5:21 parte final. Que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios. (La ira, pleitos, contiendas, disensiones).
Así que tenemos que cambiar nuestra manera de conducirnos y dejar las cosas que arrugan ese preciado vestido espiritual y dejar rudimentos viejos y comenzar a llevar una vida cada día más espiritual, para ser hermosos en su presencia.
¿Cómo lo logramos? Buscando el carácter de un verdadero cristiano, que es producido por el Espíritu Santo. Y comencemos a vivir en:
 Gálatas 5:22-25 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
·   Recordemos que la carne nos lleva a la perdición, más el Espíritu, nos lleva a plenitud, a gozo, a paz, a redención.
·  La carne = se va a podrir
·  El Espíritu = vivirá eternamente.
Hoy es un día de decisión = crucificar la carne y vivir para el Espíritu, subyuguemos la carne y nuestro rostro resplandecerá con el aroma de Cristo.
(Recomendación: lea todo Romanos 8:5, 6, 7, 8,13)
Pues comportémonos correctamente, agradando a nuestro Señor, Jesús, con nuestro accionar y teniendo un comportamiento digno de un hijo de Dios.
1 de Juan 2:16-17 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Colosenses 3:5, 6, 8  5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
Vamos a desglosar el versículo 8
Enojo: Movimiento del ánimo que resulta de algo que nos perjudica, nos dispone contra una persona o cosa, (fastidio, o trabajo).
Malicia: Intención solapada, maligna, o picante con que se dice o se hace algo. (Recelo).
Blasfemia: Cuando hablamos mal de lo sagrado.
Palabras deshonestas de vuestra boca

Efesios 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Murmuración: Hablar mal de alguien a sus espaldas.
Maledicencia: Acción o habito de hablar con mordacidad en perjuicio de alguien, (denigrarlo).
Gritería: Alzar voz.

Hemos estudiado lo que ofende a Dios, que son nuestras acciones en la carne, hoy despojémonos de esas prácticas antiguas y comencemos a movernos en lo que le agrada al Señor y nuestra vida será una vida victoriosa.

Mire la recomendación: Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

¡Todos a crucificar la carne y a estar hermosos ante los ojos de nuestro Dios!
Bendiciones.

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