martes, 21 de octubre de 2014

La Gran Comisión: una regla a seguir

La gran comisiónà una regla a seguir. La gran comisión no es otra cosa que evangelismo puro, es transmitir lo dado por Dios en su bendita palabra, también usted debe poner en su corazón hacerlo, y sentir piedad por las personas que todavía no lo han reconocido a Él como su Señor y salvador.

Todos hablamos de un legado àPues el Señor Jesús nos dejó un gran legado y en su palabra encontramos como hacerlo, él nos ha hecho inteligentes y rápidos porque volamos en su espíritu.
Si usted tiene pasión por la gran comisión usted siempre va a sentir la necesidad de hablar de  Él, aparte que es un gran privilegio pues de El solo se puede hablar cosas preciosas.
Si usted ha plasmado en su corazón ese deseo de obedecer porque es un mandato:
Mateo 28:18-20 ¨Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén¨.
Hacer discípulos es transmitir los conocimientos adquiridos a través de  la palabra de Dios y ayudar a los que no conocen de su poder a que se conozcan, siempre recuerde cuando usted llego a los pies de Cristo y todo su proceso, para que también pueda de esta manera tenerles mucha paciencia al nuevo convertido.

Cuando nos volvemos evangelizadores de su bendita palabra, estamos cumpliendo su mandato de ir hacer discípulos a todas las naciones.
Sobre todo usted en la gran comisión logra 2 cosas:
a)    Gana almas para Cristo
b)    Hace al Señor feliz pues la Biblia declara en   Lucas 15:7 ¨Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento¨.

Proverbios 11:30 ¨El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio¨.
Pues si usted cumple con este mandato divino de ganar almas para Cristo, la palabra declara que usted es sabio, porque es obediente.
La gran comisión à es evangelizar a cualquier persona para que se cruce en nuestro camino. No podemos dejar de aprovechar cualquier oportunidad que se nos presenta.
Si va en el avión, lógicamente lleva alguien a su lado, es un tiempo de compartir las buenas nuevas. Si va en un taxi/automóvil haga lo mismo en el trayecto puede aprovechar el tiempo.
Si está en el salón de belleza y le están arreglando las uñas, aproveche y enséñele a la manicurista sobre las buenas nuevas del Señor.
Con sus empleados o compañeros de trabajo tiene una gran oportunidad, pues es otro terreno fértil para sembrar la buena semilla del evangelio, no solo declarándolo sino con su testimonio.
El evangelismo à Es un gran oportunidad que nos brinda el señor Jesucristo para exponer de sus planes para cada ser humano, sus bondades y sus bendiciones que tiene al convertirse en hijos de Dios.
Ezequiel 37: 1-9 ¨La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. Ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán¨.
Así éramos sin Cristo solo huesos sin carne, sangre ni espíritu. Cuando le abrimos nuestro corazón y recibimos a Cristo, somos inscritos en el libreo de la vida ese día es la decisión más sabia tomado por nosotros en pos del maestro.
Como nosotros ya tenemos el sello entonces anhelamos que otros también sean sellados, cuando los huesos secos toman vida viene vida en abundancia y empezamos hablar de Él en gran manera que no queremos parar de hacerlo nunca, aun en sueños nos vemos predicando.
Porque ya el aroma del resucitado está adentro de nuestro ser que siempre queremos estar haciéndolo.
La gran comisión consiste en exponer el nombre de Jesús, comunicarles a otros de su plan trazado a futuro para el que lo reciba.
Hablarles a las personas que El da salvación, sanidad, restituye al pobre de espíritu y lo pone en lugares altos, que redime, que nos cambia el nombre, que ha preparado cosas hermosas para los que lo reciben, calle de oro, mar de cristal y una casa llena de amor y alabanza permanente.
Mientras escribía este mensaje à pensaba: usted ha escuchado que las madres en tiempo de lactancia algunas sufren de MASTITIS, que es una obstrucción en los conductos de leche. Pues es igual a un cristiano que no practica la gran comisión, conoce mucha palabra y la tiene dentro de su pecho y no la exterioriza a otros, padece de mastitis porque la leche que es la palabra de Dios no sale para que otros tomen y se nutran.
Así que nuestra condición debe ser siempre tener la espada en nuestra mano pero levantada para predicar en todo momento.
Debe ser su anhelo y el mío siempre estar exponiendo el plan de Dios a otros. Contándoles a los demás que puede ser rico y no saberlo, pues sin Cristo somos pobres y huérfanos. Observe en su palabra que dice que por donde Jesús caminaba iba predicando y hablando de su reino divino.
Siempre estuvo en su boca la palabra oportuna para cada necesidad y dijo en Hechos 3:19 ¨Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio¨.
La gran comisión à es extender el reino de Dios aquí en la tierra, lancemos esa semilla los necesitados para que sea poblado el mundo de bosques plantados junto a corrientes de agua y extendamos su plan divino.  ¡SOMOS PARTE DE SU EXTENSION!

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