viernes, 13 de enero de 2017

¿QUE VES?


Es una pregunta muy regular que los estudiosos hacen: unos enfocados en la economía, en el panorama político del momento, otros visualizan con sus ojos físicos como va la bolsa de valores.

Y los que somos hijos de Dios ¿que vemos?

R/ Si usted es un nacido de nuevo, lo que ve es diferente a lo que el mundo ofrece, pues usted visualiza las cosas con el enfoque del Espíritu Santo.

¿Que veo como hijo de Dios?

·         Veo en primer lugar su sacrificio en la cruz del Calvario→ y esto me hace ser una persona agradecida.

·         Veo y vivo sus promesas y me apropio de ellas.

·         Veo sus planes para mí que son grandes y exquisitos.

·         Veo una tierra prometida y que gozo y gozare de ella.

·         Veo que camino sobre esas calles de oro y sobre el mar de cristal.

·         Veo mi familia consagrada al Rey de Reyes y Señor de Señores.

·         Veo mi patria glorificando al Señor Jesús y confesando que Jesús es el Rey de esta nación.

·         Veo a la iglesia= en un avivamiento continuo. La veo profetizar y alabar permanentemente, liberando a los cautivos y oprimidos y que la congregación está sana, viviendo permanentemente como el día del pentecostés, con acuerdo, fluyendo.

·         Veo como lo seco florece

·         Veo y vivo que lo que le pido, yo recibo para su honra y gloria.

·         Veo pasando estafetas para otra generación.

·         Veo libros escritos llenos de poder, para dar de comer a otros.



Ø  Jeremías 1:11-19

11 La palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro.

12 Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

13 Vino a mí la palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte.

14 Me dijo Jehová: Del norte se soltará el mal sobre todos los moradores de esta tierra.

15 Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su campamento a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y contra todas las ciudades de Judá.



16 Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron.

17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.



18 Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra.

19 Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte.

Usted puede darse cuenta en estos versículos que la primera vez que Jehová le habló a Jeremías dijo: veo una vara de almendro, y el Señor le da la visión en el mundo espiritual.

Debemos aprender mucho del profeta Jeremías.

A seguir instrucción para no desviarnos en lo que vemos, le dice:

·         Ciñe tus lomos

·         Levántate

·         Háblales

·         No temas.

Y da la advertencia el señor sino obedece:

·         Lo quebrantara delante de sus enemigos.

Y le da una gran promesa.

·         Te pongo como ciudad fortificada.

·         Como columna de hierro.

·         Como muro de bronce.

·         Pelearan contra ti, pero no te vencerán.

·         Yo estoy contigo para librarte

Y esto tómelo pues también es para usted

Si usted ve todo este panorama sobre Jeremías.

1.    Le da un llamado.

2.    Le da la recomendación.

3.    Le da la victoria antes de ir a la guerra.

4.    Le da su presencia para librarlo

Así tenemos que actuar:

Antes de ir a la guerra, la victoria ya fue decretada, y dada en nuestras manos.

Solo visualicémoslo y creámoslo que si lo dijo así es.

Ø  Jeremías 24:3-7 y 10  Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien. Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón. Y enviaré sobre ellos espada, hambre y pestilencia, hasta que sean exterminados de la tierra que les di a ellos y a sus padres”.

Aquí miremos a Jeremías visualizando una cesta con hijos buenos y malos.

Y la revelación de lo que iba a acontecer sobre las naciones.

El consejo aquí es que lo veamos, lo veamos con los ojos espirituales, porque allí se declaran tiempos, uno sabe lo que viene y se ciñe los lomos y apunta con el escudo de la fe.

Si usted ve con los ojos del espíritu, no será engañado con artimañas del enemigo, el señor le dará visiones y usted las entenderá y acatará.

Usted se moverá en el discernimiento de espíritus y podrá saber quién está a su lado, con la ayuda del Espíritu Santo.

Y cuando las crisis se aproximen usted estará advertido, no lo tomará por sorpresa.

Ø  Zacarías 4:2,6,9-12 y 14

Ø  Zacarías 5:2-5

Ø  Marcos 8:23-25 *En el versículo 24 vio con sus ojos físicos y en el versículo 25 vio claramente con los ojos sanos y abiertos y podía ver las cosas tal como eran.

Así es cuando el Espíritu Santo opera libremente en su ser, usted ve, entiende, y atiende las cosas que son vistas a través de los ojos de la fe que Dios ha puesto en usted.

¿Qué ve usted para este año que comienza?

¿Está usted confiado?

¿Está usted con la armadura de Dios?

¿Pelea la buena batalla de la fe?

¿Qué ve y siente en el Espíritu?

Ø  Mateo 6:22,23

22 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz;

23 pero si tú ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas.

Cuidemos lo que vemos y pongamos la mirada en lo de arriba, en lo eterno, en el autor y consumador de la fe.

Dios le bendice.