Cuantas circunstancias miramos
pasar día a día en los noticieros.
Algunas ya no nos inmutan,
otras nos tocan; pero ¿Qué hacemos? Es la pregunta.
Muchas veces las comentamos,
otras veces nos quejamos, otras gritamos y hasta amenazamos con irnos del país.
Pues todos sabemos que ninguna
de las anteriores es la respuesta correcta.La respuesta está en nuestras
manos, una espada, una vara, un escudo, oración y una boca.
· ¿Para que Dios nos dio la espada de su Palabra? - Para declararla.
¿Lo estamos haciendo?
·
La autoridad es una vara ¿estamos alzándo esa vara para que las circunstancias sean cambiadas?
·
Estamos aplicando: Mateo 16:19 ¨Y a ti
te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra
será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en
los cielos¨.
O solo lo sabemos, pero no lo
creemos, porque si lo creyésemos muchas cosas en nosotros mismos, iglesia,
hijos, familia, nación, ya hubiesen cambiado.
¿Estamos orando con ahínco, con
pasión?
Vamos a ver algunos personajes
bíblicos que pelearon con todas las armas y vencieron.
- Oración de Josafat → 2 Crónicas 20:3,12,13 y 2 Crónicas 20:14-25
Vamos a ver otro personaje, una guerrera:
usando la oración, fe, el ayuno y la autoridad de Cristo:
2. Ester, una mujer guerrera en oración y ayuno,
que no vio que era una huérfana sino lo que Dios había puesto en ella y peleo
por su pueblo y venció.
Ester
4:16 ¨Ve y reúne a todos
los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en
tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y
entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco,
que perezca¨.
Aquí miramos una reina
decidida a pelear y vencer y tomando las armas con autoridad. Y podemos ver que
al que conspiro contra un pueblo fue y cayó en su propia trampa.
Porque así es nuestro Dios, no
nos deja, ni dejara avergonzados cuando creemos y que puso Dios en este Espíritu
de gracia con el rey eso es lo que encontramos nosotros cuando oramos, gracia, misericordia
y respuesta ante Dios el altísimo.
Sigamos el ejemplo de la reina
Ester, que guerreó, oro, creyó y le fue dada la petición de oración.
3. Seamos un Moisés, que levantó su vara para
liberar un pueblo y venció.
4. Seamos un Jacob, que peleó con el ángel.
Génesis 32: 24-27 ¨Así se
quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.Y cuando el
varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se
descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.Y dijo:
Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me
bendices.Y el varón
le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob¨.
¿Somos así de insistentes en
oración y en guerra espiritual? O a la primera nos rendimos.
Muchas veces dejamos ir frases
y quedamos como un carro con sus llantas patinando en un lodazal.
- Ya no puedo.
- No veo salida.
- Mi problema no tiene solución.
- No puedo salir embarazada.
- No encuentro esposo (a)
- No tengo trabajo.
- Me canse de esperar.
- Este negocio no da nada, nadie mira lo que hago.
Pues hoy es el día que hizo el
Señor. Todos a levantarnos con la fe sobrenatural dada por el todopoderoso,
tomemos la vara y abramos circunstancias que han estado por mucho tiempo
estorbando.
Levantémonos a orar por otros
y así recibiremos para nosotros.
Ayunemos para fortalecer
nuestro Espíritu y esto será una lluvia de victoria
Declarémonos más que
vencedores.
Un guerrero nunca duerme →
siempre está listo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario