Bajo estas mazmorras y
circunstancias difíciles estaba Pablo prisionero, pero de su cuerpo, mas su espíritu
suelto para oír audiblemente la voz del Espíritu Santo. Todos sabemos y
entendemos que en medio de las circunstancias y los problemas que muchas veces
nos abaten es cuando el Señor manifiesta mas su gracia y poder sobre nosotros.
En la carta a los
Filipenses encontramos, temas como:
·
La humildad
·
El gozo
·
La unidad
con los hermanos
·
Y todo
sobre la vida cristiana
Si usted lee
detenidamente esta carta, no verá ninguna queja en ella, sino como se derramaba
el Espíritu Santo sobre la vida de Pablo.
La inspiración fue
tan grande que escribió allí palabra profetizando hasta nuestros tiempos. Así
era el apóstol Pablo, un ejemplo a seguir a través de las circunstancias.
FILIPENSES 1:12 “Quiero
que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien
para el progreso del evangelio”.
Miramos aquí a Pablo que
tenía en sus pies grilletes y sus brazos inmovilizados, pero suelto su corazón a
la revelación del Señor.
FILIPENSES 4:4 “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo:
¡Regocijaos!”
FILIPENSES 4:12-13 “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en
todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre,
así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece”.
***REFLEXION: en estos
versículos predomina el gozo que caracteriza una fe madura y el amor de Pablo a
la iglesia de Filipo. También miramos que no hay duda y existe una hermosa lección
de esperanza en medio de las penalidades físicas y morales de su cautiverio.
Miramos a Pablo dando
testimonio, que incluso estando en una cárcel le da oportunidades de anunciar
el evangelio, porque ahí hace mención el que “el vivir es Cristo y el morir
ganancia”.
Miramos también en esta
carta que Pablo tuvo tiempo para entrenar personas para el ministerio de
Cristo.
Haga una lista de lo
que Dios le ha dado a usted, y mire que tan agradecido es con él. Póngalo en
una balanza respecto a Pablo, y mire también cuanta queja hace usted haga su
propia balanza y medite.
Jesús es el modelo a
seguir nuestro, pero en esta tierra también hay hombres que se han levantado
sin ver lo que pasa a su alrededor y que son buenos testimonios a otros.
¿Somos nosotros uno
de estos? O vivimos en cárceles como:
·
El alcohol
·
La ansiedad
·
La tristeza
·
La falta
de concentración
·
La falta
de afecto
·
Soledad
interna y externa
·
Envidias
·
Quejas
·
Codiciosos
Entonces necesitamos
un refrescamiento del Espíritu Santo en nuestra vida.
Si usted ha caído en
una de estas cárceles, haga lo que la pablara nos relata sobre los muros de Jericó,
con alabanza y fe es decir ojos puestos en el Todo Poderoso; se derrumbaran
muros, paredes, grilletes, cadenas y usted cantara victoria al pasar al otro
lado del rio Jordán. Porque la palabra dice que el vino a proclamar libertad a
los cautivos.
Es bien vergonzoso
pensar y meditar que muchas veces decimos que Jesús ya toco la puerta de
nuestro corazón y que la abrimos la puerta y entro a nuestra vida, y seguimos
practicando cosas del pasado y ensuciando su nombre. Cuando le predicamos a las
personas les decimos que hay dos puertas: una de salvación y la otra de perdición,
pero a veces nosotros mismos no la vivimos y también le abrimos puerta al
enemigo para que venga a enajenar la casa del Espíritu Santo.
Mientras escribía
pensaba en algo…. Imagínese un riñón lleno de piedras, eso estorba su buen
funcionamiento y hay problema para que la orina pueda ser expulsada. Así somos
nosotros cuando tenemos en comportamiento malo, impide el fluir de su Espíritu.
Usted contrista al Espíritu
Santo cuando deja entrar cosas inmundas a su cuerpo imagínese el Espíritu Santo
apretado por qué no tiene libertad de moverse, pues hay cuerpos extraños que
impiden que El fluya y haga de usted una vasija rebosante de su vino nuevo. Si
hay grietas en sus vasijas, pida a Dios que las repara y sea esa vasija bonita,
esmaltada y que brille. Ordene su casa con la luz de Jesucristo y en medio de
las circunstancias, levántese, pues su palabra nos enseña que El vendrá por una
iglesia santa y pura.
Muchas veces nos
encontramos como el pueblo de Dios en el antiguo, perseguidos por el faraón,
que representa todo lo que no es divino en opresión. Pero la palabra le da la
salida:
JEREMIAS 33:3 “Clama a
mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
I PEDRO 5:7-8 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de
vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león
rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
Si usted se ha
debilitado y ha comenzado a ver circunstancias pídale al Señor que derrame espíritu
de oración sobre su vida y sobre los suyos, porque la palabra le exhorta a orar
sin cesar, para cuando las circunstancias vengan nos encuentre fortalecidos
para pelear la buena batalla de la fe.
Mientras escribía esta enseñanza
meditaba… Cuando el Señor le dice al joven rico que ordenara su casa. ¿Cómo esta
su casa ahora? ¿Es apta para que el Espíritu Santo se mueva con libertad? ¿Ya
no tiene barrotes que le impidan o limiten? ¿Cuánto tiempo se gasta usted
hablando con su mejor amigo?
¿Miran sus hijos a usted
como ejemplo a seguir, o muchas veces son ellos que oran por usted? Hoy es
tiempo que se levante como ese sacerdote que dice la palabra que usted y yo somos,
deje la queja, la crítica y la lloradera y se levante en fe a sacar provecho de
las circunstancias.
ISAIAS 61:6 “Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro
Dios seréis llamados; comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria
seréis sublimes”.
Apocalipsis 1:6 “y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e
imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
Observe aquí que en el
antiguo y en el Nuevo testamento, nos dicen lo mismo, nos ve vencedores. Declare
que su Señor Dios es más grande que cualquier circunstancias que usted este atravesando,
active su fe y mire no a la orilla del rio Jordán sino mírelo cruzado ya. Confié
en El y El hará.
Salmo 37:5 “Encomienda
a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará”.
Como
dice el titulo de esta enseñanza, no deje que las circunstancias opaquen lo
grande que Dios le ha dado, parece en la brecha y con el poder que El le ha
delegado, usted pasa las circunstancias venciendo. Recuerde que ya le espera
una mesa servida con una copa grande y rebosante de su vino nuevo, con buena
comida que es su palabra y sus promesas, bendiciones hasta sobreabundar,
largura de días, poder sobrenatural, y una vida rebosante para dar a otros.
No
olvide que las circunstancias deben de ser solo un testimonio para compartir a
otros y ensenarles a los bebes espirituales como se ganan batallas y
entrenarlos, y que a través de ellas sea un aprendizaje de los cuales salimos
mas fortalecidos y con una de explosiva para así seguir adelante.
Salmos 32:7 “Tú eres mi refugio; me has
guardado de la angustia; Con cánticos de liberación me rodeas”.
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