Es borrar lo
pasado y comenzar de nuevo.
Es el abandono de
viejos procedimientos o prácticas y recapacitar y hacer lo contrario que es
darle un vuelco a todo lo que no ha dado resultado y cambiarlo por el método
correcto.
Cuando nosotros lo
hablamos en el ámbito espiritual es cuando vamos a la presencia del Dios
viviente y le exponemos todo lo que hay en nuestro corazón y le pedimos que
cambie esa vieja manera de pensar y actuar y esa vieja manera de hablar.
Esas viejas prácticas
muchas veces enseñadas por nuestros padres, pero que ahora nosotros que somos
una nueva creatura no deberíamos practicarlas y debieran ser cambiadas por
nuevas actitudes.
Hay muchos dicho
populares que nosotros escuchamos, como ¨ASI ERA MI MADRE¨, si fue buena
continuemos practicándola pero si es mala dejemos de practicarla pues como
cristianos deberíamos vivir en reingeniería permanente pidiéndole al Dios
altísimo que nos ayude cada día a cambiar cosas en nuestro andar diario natural
o espiritual.
En nuestra vida
diaria un buen cambio debería ser que si no hemos sido disciplinados en llegar
a tiempo empezar a practicarlo pues sabemos que Dios siempre llega a tiempo. Imagínese
que terrible seria que usted se encontrara en una dificultad y que llame al
Señor y no reciba respuesta, pero sabemos que no es así: porque el dicen en JEREMIAS 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces.
Esta
área de nuestra vida deberíamos de practicarla más si sabemos que hemos estado
fallando, porque es satisfactorio que cuando somos invitados algún evento cena,
iglesia, reunión de trabajo, cita amorosa seamos puntuales porque eso habla
bien de nosotros como hijos de Dios.
Otra
área que debemos hacer una reingeniería permanente es cuando hablamos. Dejemos
de confesar cosas pasadas vividas y confesemos victorias por venir y vivir.
Dejemos de estar diciendo que nuestros hijos no pueden hacer determinada
actividades sean natural o espiritual. Recordemos que la palabra nos confronta
y nos dice en FILIPENSES 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Es con fe que se
vence, en este caso empezamos a llamar las cosas que no son como si fuesen.
Otra reingeniería que deberíamos hacer en nuestra casa como templo del Espíritu
Santo, sino oramos lo suficiente, esforcémonos más orando así edificamos ese
templo dentro de nosotros. Que se cumpla en nosotros I TESALONICENSES 5:17 Orad sin cesar.
Sino
hemos estado estudiando su palabra hoy es un día de comienzos nuevos donde nos
paramos y declaramos que se cumple en nosotros JOSUE 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,
sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a
todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y
todo te saldrá bien.
Recordemos
que estudiar su palabra es conocerlo a Él, ahí usted es transformado y conoce
sus virtudes, propósitos, promesas y sobre todo se vuelve un hombre/mujer de
fe.
ROMANOS 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Es
necesario nutrirnos de su palabra para hacer declaraciones de poder, que sea
esa medicina a nuestras necesidades al ser declarada.
Otra
área que debemos hacer cambio, sino nos ha gustado compartir, empecemos a ser
solidarios. No necesitemos que nos pidan, ofrezcámonos a dar. Recordémonos que
dando es como recibimos. Estoy está enfocado en las dos áreas:
·
Espiritual: nunca nos
cansemos de hablar de las buenas nuevas de salvación.
·
Natural: ver la
necesidad del otro.
Si usted tiene un closet lleno de
ropa, zapatos, fajas y accesorios comparta de lo mucho que Cristo le ha dado.
Si usted viste, usted será vestido.
Si ve que el hermano no tiene
carro no nos hagamos los que no vemos, ofrézcase, siempre hagamos el bien. MATEO 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que
los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque
esto es la ley y los profetas.
Recordemos
que compartir le da a su vida satisfacción HECHOS
20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir. Que esta palabra se cumpla en nosotros
siempre.
Otro
punto que no podemos descuidar es nuestro arreglo personal, muchas veces
repetimos hasta la saciedad que no es importante pero mire que contradictorio
cuando nos invitan a casa de gobierno o algunos eventos que consideramos de
importancia, nos maquillamos, peinamos y buscamos la ropa adecuada la para la
actividad que hemos sido invitados. No descuide esta área, porque también habla
que usted es un hijo de Dios ya que la gente que no conoce del Señor muchas
veces por nuestra apariencia piensan que el evangelio es tan aburrido.
En
lo espiritual el arreglo personal es
importante porque ahí mostramos el fruto que él nos ha puesto como adorno a
nuestro vestido, un comportamiento nuevo, sano y santo.
Muchas
personas también vienen a sus pies viendo su testimonio.
Sobre
todo deberíamos hacer una reingeniería en casa. Arregle su casa, píntela,
cambie los adornos de posición, que su casa sea un lugar donde los demás
quieran estar. También usted ahí testifica de su presencia.
Sobre
todo la casa espiritual que es su cuerpo en donde habita el Espíritu Santo.
Recordemos que el Señor siempre está haciendo cosas nuevas, siempre agregando
adornos a su casa.
Estemos
siempre gozosos, expectantes de cambios para bien, con nuevos planes enfocados
en servir y agradar al Señor.
Que
esta casa espiritual reboce de su presencia, que otros quieran lo que usted ha
obtenido con la ayuda de Dios.
Cambiemos
también hábitos alimenticios, empecemos a comer sano; en lo espiritual
comencemos a comer más palabra de Dios.
Hagamos propósitos de mejorar cada día y no nos
aferremos a costumbres viejas y feas, despojémonos del viejo hombre. EFESIOS 4:22-24 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la
justicia y santidad de la verdad.
¡He aquí yo hago todo nuevo!
Mientras escribía venía a mi mente que yo disfruto
mucho viendo revistas de decoración y admiro casas donde se ve el antes y el
después, pues esto es la reingeniería que deberíamos practicar siempre en lo
natural y espiritual.
Que la reingeniería sea siempre nuestra compañera en
la manera que pensamos y vivimos.
Practiquemos cosas nuevas agradando al todo
poderoso.
Si hemos sido perezosos y dormilones, ahora es el
momento de levantarnos y buscar de madrugada su presencia.
PROVERBIOS
8:17 Yo amo a los que me aman, Y me hallan los
que temprano me buscan.
Hagamos de nuestros hogares
santuarios de adoración a Cristo, nunca es tarde para comenzar.
Estamos seguros que Jesús
ama que lo busquemos en familia.
Propongámonos en nuestro
corazón y tratemos de cambiar hábitos viejos. Anhelemos en nuestros corazones siempre
nuevos retos y lograrlos.
Otro punto de reingeniería
que debemos hacer es trabajar en ser amables y corteses, no es por que queramos
sino porque es un mandato PROVERBIO
16:24 El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a
sus labios.
Es algo que deberíamos
practicar continuamente porque muchas veces nos comportamos como rocas con
filo, que las personas piensan mucho para hacernos una llamada o consulta. A
veces esto lleva a aislarnos de los demás. Aprendamos de Jesús que es nuestro
ejemplo que siempre está dispuesto a escucharnos y resolver nuestros problemas.
Como leímos anteriormente en
EFESIOS 4:22-24 En cuanto a
la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad, este es
el mejor ejemplo de reingeniería. Sacudámonos ese vestido viejo lleno de
parches de diferentes texturas y dejemos que Jesús nos vista con el vestido
correcto de lino fino y resplandeciente, sin mancha, sin parches y que podamos
caminar con la cabeza muy en alto exaltando a nuestro Señor Jesús de Nazaret.
Dejemos atrás toda amargura y dolor y practiquemos
el perdón. Empecemos a ser agradecidos con las personas y al orar recordarlas a
los que nos han ayudado de una u otra manera.
Dar gracias es un hábito bueno para nuestras vidas.
Hay muchas áreas en las que debemos hacer una
reingeniería o auditoria interna, dejémonos examinar por el espíritu de Dios y
abramos nuestro corazón para que el opere con libertad y seamos mudados a
personas que realmente irradiemos a _Jesús en todo.
¡Que Jesús bendiga su vida!