Entonces
entendemos que:
ORACION + PALABRA + FE = RESPUESTA
La
respuesta es más que evidente que la veremos, y esto nos motivará a seguir
creyendo por nuestras cosas, de nuestras familias, y el país.
Recordemos
que la oración es la llave para obtener lo que deseamos.Cuando nos decidimos a buscarlo siempre y hablar constantemente con el Rey, muchas veces usted ya no hace aquellos grandes rituales ni adornos, generalmente estructura oraciones cortas pero poderosas.
Medite: la oración es el elemento básico en la relación del hombre con Dios, todo lo que ocurre y pueda pasar entre Dios y el hombre se hace a través de la oración; porque es el medio que existe entre el cielo y la tierra.
Mateo: 6: 6-7: ¨ ¡mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta ora a tu padre que está en secreto; y tú padre que ve en lo secreto te recompensara en público.
Este
versículo le da a entender que sus planes y anhelos, sueños deposítelos en su
mano deje que él los bendiga y prosperarán, y lo va a hacer evidente en el
mundo natural, muchas personas buscan la aceptación de los demás, pero no
buscan agradar a Dios, entonces no ven su gloria¨.
Nunca
olvidemos, que ¨toda dádiva y don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre
de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación¨ (Santiago
1:17).
Si
usted ha aprendido a orar y a desarrollar esta preciosa relación con su Padre,
entonces ha descubierto una de las mayores bendiciones del creyente es dialogar
con Dios, cuando dialogamos también hemos aprendido a escuchar y obedecer su voz, este es un gran secreto: “se
llama oración”.
Salmo 141:2: ¨¡sube mi oración delante de ti como el
incienso! En este versículo estamos hablando ejerciendo nuestra fe que así es.
Póngase a pensar que esta oración tiene que despertar el interés del Padre para
su respuesta, cuando ahínco a puesto al hacerlo¨.
Por
eso recalcaba la fe va de la mano de oración.
Pues
su palabra nos enseña que cualquier cosa que pidamos orando a él creyendo lo
recibiremos. (Marcos
11:24)
Quiere usted vivir vida de victoria:
Entonces
declare Jeremías 33:3 “Clama a mí y
yo te responderé, y te enseñare cosas grandes y ocultas que tu no conoces”,
allí su Padre le va a hacer ver cosas, que solo en la vida de oración continua
usted podrá disfrutarlo, porque le dará
a conocer sus secretos escondidos, le revelara cosas de las personas o países
para orar y ver cambios.
A
través de la oración, usted puede y
podrá con la ayuda de su Padre, transformar naciones ver personas impías
cambiar a personas renacidas.
Orar
es la clave para vencer, pues cuando oramos nos conectamos a la vid y de ahí nos nutrimos de su vino
nuevo hasta saciarnos, y el Señor nos va mostrando cosas.
Disfrutemos
entrar en su palacio y sentarnos a la mesa y conversar con Él, es un
privilegio, anhele su presencia, así conocerá una vida plena y llena de
regocijo.
En
este tiempo que estamos viviendo en la nación, es un buen tiempo para
permanecer pegados a la vid, con full (llenos) fe y declarando las promesas que
Dios nos ha dejado, que son el sí y el amén que él tiene pensamientos de bien y
no de mal, que bendita la nación cuyo Dios es Jehová, declaremos palabra –
porque así las circunstancias desaparecerán y vemos su gloria sobre esta
nación.
Recordemos
la revelación que Dios ha dado sobre Honduras, que es tierra bendita y de cielos abiertos, que es tierra llena de petróleo y minerales, que es tierra de paz que
tierra donde los hondureños somos adoradores en espíritu y verdad. Tierra que no comemos el pan en balde.
Declaremos
que las potestades y su oscuridad han huido porque donde hay un pueblo y cree y
declara y lleva en su mano un estandarte blanco que es la paz y presencia del Todo
Poderoso porque su palabra dice: ¨que toda rodilla se doblara ante su nombre¨.
Declaremos
que Honduras es una gran nación, libre
de temor y llena de su presencia, que el gran
yo soy, gobierna esta nación, y que su plan perfecto esta cumpliéndose a
cabalidad.
¡Gracias
maravilloso Dios, te damos las gracias porque eres lo que nos inspira a vivir,
a seguir, a crecer y vencer!
En
el nombre de Jesús ¡Amen!
